Propiedad ejidal historia

Las Propiedades Ejidales en México: Historia, Evolución y Realidad Actual

El concepto de propiedad ejidal es una de las formas más características de tenencia de la tierra en México, íntimamente ligado a la historia de lucha agraria del país. Surgido a raíz de la Revolución Mexicana, el ejido representa no solo un modelo de organización territorial y productiva, sino también una respuesta a siglos de injusticia en la distribución de la tierra. Su evolución a lo largo del tiempo refleja los cambios políticos, sociales y económicos del país.

Orígenes: De la tierra comunal a la hacienda

Antes de la llegada de los españoles, las comunidades indígenas ya practicaban una forma de propiedad comunal sobre la tierra. Estas tierras, conocidas como calpullis, eran asignadas a familias para su cultivo, pero no podían venderse ni heredarse fuera de la comunidad. Con la conquista y colonización, se impusieron nuevas formas de propiedad como las encomiendas y las haciendas, que concentraron extensas zonas de cultivo en manos de unos pocos, despojando a los pueblos originarios de sus tierras ancestrales.

Durante el Porfiriato (1876-1911), la situación se agravó con leyes que favorecieron aún más la privatización de tierras comunales e indígenas. Grandes extensiones fueron acaparadas por terratenientes nacionales y extranjeros, dejando a miles de campesinos sin acceso a la tierra y obligándolos a trabajar en condiciones casi de esclavitud.

La Revolución Mexicana y el nacimiento del ejido

El descontento agrario fue una de las principales causas de la Revolución Mexicana (1910-1920). Líderes como Emiliano Zapata exigieron el regreso de las tierras a los pueblos originarios. Su lema, "La tierra es de quien la trabaja", se convirtió en bandera de lucha.

La Constitución de 1917, producto de este movimiento social, estableció en su Artículo 27 el derecho del Estado a expropiar tierras para su redistribución en favor de los campesinos. Así nació formalmente la figura del ejido, una forma de propiedad colectiva donde la tierra es otorgada a comunidades o grupos de campesinos conocidos como ejidatarios, quienes tienen el derecho de usarla, pero no de venderla.

El reparto agrario y la expansión del ejido

Durante los primeros años del México posrevolucionario, y especialmente en el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940), se intensificó el reparto agrario. Miles de hectáreas fueron expropiadas y entregadas a comunidades campesinas organizadas en núcleos ejidales. El ejido se convirtió en la piedra angular de la política agraria del país, promoviendo el desarrollo rural, el trabajo comunitario y la soberanía alimentaria.

En este modelo, el ejidatario no es propietario privado de la tierra, sino poseedor de un derecho de uso. Las decisiones importantes sobre el uso del territorio se tomaban en la asamblea ejidal, y la tierra no podía enajenarse, hipotecarse ni ser objeto de herencia fuera del marco legal del ejido.

La reforma de 1992: el fin de la intocabilidad ejidal

Con la entrada de México en la economía global y la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), se impulsaron reformas que transformaron el carácter de la propiedad ejidal. En 1992, el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari promovió una reforma al Artículo 27 constitucional que permitió:

  • La certificación y titulación individual de parcelas ejidales.

  • La venta, renta o hipoteca de tierras ejidales, previo acuerdo de la asamblea.

  • La privatización de ejidos, convirtiéndolos en propiedad privada.

El programa PROCEDE (Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares) fue implementado para formalizar los derechos de los ejidatarios y facilitar estos procesos.

El ejido en la actualidad

Hoy en día, existen en México más de 30 mil núcleos ejidales, que abarcan aproximadamente la mitad del territorio nacional. Aunque muchos ejidos han sido privatizados, otros continúan operando bajo el esquema tradicional. En varias regiones, los ejidos no solo siguen siendo fuente de sustento para miles de familias campesinas, sino que también cumplen funciones ecológicas, sociales y culturales importantes.

Sin embargo, la presión del mercado inmobiliario, el turismo y la minería ha provocado conflictos en torno al uso y destino de tierras ejidales. En algunos casos, la falta de conocimiento de los derechos ejidales ha derivado en despojos, fraudes o decisiones comunitarias que afectan negativamente a las nuevas generaciones.

La historia del ejido es la historia de la lucha por la tierra en México. Desde los tiempos prehispánicos hasta la actualidad, el derecho a poseer y trabajar la tierra ha sido una constante en la vida campesina. Aunque su estructura ha cambiado con el tiempo, el ejido sigue siendo una figura clave para entender el desarrollo rural y la justicia agraria del país. Preservar su esencia y fortalecer su organización puede ser vital para enfrentar los desafíos del campo mexicano en el siglo XXI.

Del proceso ejidal

Comunícate con nosotros

Estamos disponibles para cualquier pregunta o solicitud de información, si deseas saber mas, contáctate con nosotros.

Volver arriba

Reset password

Ingrese su dirección de correo electrónico y le enviaremos un enlace para cambiar su contraseña.

Comience con su cuenta

para guardar tus casas favoritas y más

Ingresa con e-mail

Comience con su cuenta

para guardar tus casas favoritas y más

By clicking the «INSCRIBIRSE» button you agree to the Condiciones de uso and Política de privacidad
Powered by Estatik